Piel morena pone color de esperanza a los Windsor

Si hay algo que ha traído el siglo XXI son los cambios de paradigmas y las rupturas con lo establecido. Es difícil en la década de los 70 que Estados Unidos de América fuese gobernado por un negro y más difícil digerir que la tan estirada monarquía inglesa tuviera dentro de sus vástagos reales un niño afroanglosajón, hijo de una mujer divorciada y actriz de cine.

Ha sido un traguito amargo que quizá la Reina Elizabeth II deba fingir con una sonrisa momificada pues no se puede esperar menos de Harry, el hijo irreverente de la icónica Lady Di, quién con su personalidad atrevida e interesante, está atormentando a muchos de sus antepasados. Un niño que lanza por la borda muchos cotilleos conservadores y avinagrados de una realeza aún chapada con oro a la antigua. Ese niñito afro les viene a recordar que el amor no mira razas, ni posiciones políticas ni los tabúes. 

El niño que lleva por nombre Archie Harrison Mountbatten-Windsor quizá tendrá que guerrear con el bullying real y la comidilla detrás de las cortinas de una monarquía aún pacata, seguramente vendrá a revolucionar igual que su madre los difíciles escenarios protocolares. La Duquesa de Sussex ya ha huracanado con sus actuaciones muchas reglas antiquísimas, preparándose con esas intenciones para que la REALEZA se adapte a ella y no ELLA a la realeza, situaciones que seguramente son avaladas por su travieso esposo el príncipe Harry, quien disfruta de los atrevimientos de Megan. 

El primer hijo de los Duques de Sussex nació este lunes 6 de mayo de 2019 en horas de la mañana. Pesó 7 libras 3 onzas (3.3 Kg.). La madre y el niño se encuentran bien y hoy ha sido la presentación en sociedad en la Castillo de Windsor.